Nuestros jóvenes son los más castigados por el hambre, la precarización y las adicciones. Sin embargo son quienes más resisten. Por eso, ellos son la esperanza y el motor transformador de nuestra sociedad.
Nuestros jóvenes son los más castigados por el hambre, la precarización y las adicciones. Sin embargo son quienes más resisten. Por eso, ellos son la esperanza y el motor transformador de nuestra sociedad. #EsConTodos